Navidad en París

Bonjour¡ Me dice un camarero mientras me sirve un gran tazón de café con leche y un croissant con mantequilla recién horneado. Existen olores y sabores que transportan inmediatamente a lugares; hoy uno de esos lugares es París, donde ya se respira un inconfundible ambiente navideño.

Salimos del hotel dispuestos a recorrer los famosos mercadillos navideños. Empezar recorriendo los Campos Elíseos con sus miles de luces que parecen estrellas fugaces nos guían hasta nuestra primera parada: El mercadillo navideño de los Campos Elíseos. Encontramos más de 160 puestos donde comprar productos de artesanía o gastronómicos. Después de recorrer este gran mercadillo, el mejor lugar para sentarse y contemplar el paisaje es la famosa noria que ahí se instala.

Continuamos nuestra andadura hasta llegar a los pies de la Torre Eiffel, cerca de Trocadero. Aquí se respira ese característico ambiente navideño. Un gran despliegue de puestos que recogen la inspiración de Centro-Europa. No podemos resistirnos a probar la pista de hielo, es mágico poder patinar en un lugar como éste.

Ahora nos dirigimos hacía la Plaza de la Nación, queremos ver un poco más de mundo, viajar más allá de nuestras fronteras, así que llegamos al lugar perfecto; este mercadillo nos trae los productos más típicos de países como Rusia, Tailandia o Vietnam.

Llegamos al final de nuestro Tour, la última parada del día. No podemos resistirnos y nos sentimos como niños al llegar al mercadillo de Papa Noel de Saint Germain , construido como si fuera el pueblo de Papa Noel. Compro algunos dulces típicos y mientras pruebo alguna de éstas delicias y paseo una frase resuena en mi cabeza. "Siempre nos quedara París."